Nuestros
antepasados no pensaban que comer demasiado fuese algo malo ni para el alma ni
para el cuerpo, de hecho era necesario para almacenar grasa y nutrientes importantes para sostener el cuerpo en tiempos de hambre, por
ello es frecuente encontrar pinturas o esculturas de imágenes corpulentas poseedoras
de salud y fertilidad.
El pecado de
la gula procede de la cultura greco romana , la Grecia clásica rendía tributo
al cuero atlético y armónico , pero al mismo tiempo disfrutaba de los placeres
del paladar.
La expansión
del imperio romano trajo a roma una gran variedad de alimentos exóticos y
deliciosos . Los aristócratas acudían a espléndidos banquetes en los que comían
con entusiasmo.
La biblia
describe como este pecado fue utilizado para tentar a traer a Jesús al
infierno. Jesús fue al desierto y allí ayunó durante 40 días y 40 noches,
cuando Satanás quiso tentarle el primer pecado al que recurrió fue la gula, le
dijo: convierte estas piedras en pan, sacia tu estómago y Jesús respondió: No
solo de pan vive el hombre. Según la tradición cristiana la gula es un pecado
porque nos desvía del camino recto.
Se dice que
caer bajo la tentación de la comida en forma de
gula o glotonería aumenta las posibilidades de caer ante otros pecados
ya que todos están interconectados, se supone que una persona incapaz de
controlar el deseo de comer o beber algo también podría ser incapaz de
controlar cualquier otro vicio o pensamiento negativo que perjudique su vida o
la de otros.
Y qué tal si
la gula o la glotonería tuviese un trasfondo distinto , ajeno a la
imposibilidad de controlar su voluntad de
comer o beber de forma descontrolada e inapropiada, incluyendo un
perjuicio para su salud?
La leptina
La leptina
es una hormona es una hormona que su
principal mecanismo es regular el
apetito.
Debido a la
evolución mucha gente presenta una forma anormal del gen ahorrativo , este gen
inhibiría la producción de leptina, una hormona de vital importancia, la
leptina mide la cantidad de grasa almacenada e incita al organismo a tomar
alimentos cuando la reserva de grasa están bajas y a comer menos cuando están
altas, por tanto la leptina actúa además como un inhibidor del apetito y si nos
falta esa hormona aparece la gula.
En personas saludables, si hay leptina y los receptores son sensibles a la misma, se inhibe la alimentación.
¿Pero entonces por qué hay tanta gente con sobrepeso?
Hay algo que falla, algún error en la cadena de la leptina.
Algo está causando que los receptores de leptina del hipotálamo pierdan sensibilidad, o algo está haciendo que la leptina no llegue a estos receptores. De alguna forma, esta hormona no está funcionando como debería.
La pregunta es por qué pasa esto, si miras a los animales salvajes puedes ver que a ellos parece funcionarles muy bien.
Comen diferentes cantidades de comida, algunas veces hartándose y otras veces ayunando, pero nunca “contando calorías”. Aun así son capaces de mantener una perfecta masa corporal. A no ser que les venga bien en su entorno (hipopótamos, morsas…), los animales no acumulan demasiado tejido graso. ¿Cómo lo hacen?
Todo apunta a que la leptina, la resistencia y la sensibilidad a la misma son dependientes del entorno dietético que se le proporciona. Mientras no se alejen demasiado de sus dietas normales evolutivamente hablando, los animales salvajes no tienen metabolismos dañados, y la reacción de la leptina se conserva.
La mayoría de humanos modernos, habiéndose desviado mucho de sus dietas evolutivas, están dañados metabólicamente, con las vías de la leptina corrompidas o dañadas.
Cuando se descubrió la leptina, se la promocionó como la clave contra la epidemia de obesidad.
Los investigadores imaginaron que si pudieran simplemente administrar esta hormona a los obesos, su apetito se reduciría al igual que la ingesta de alimentos. Funcionó para algunas personas, pero era bastante caro (unos 500$ al día) e insostenible, para otras personas no tuvo ningún efecto.
Estos últimos eran resistentes a la leptina. Como en el caso de los ratones db/db, tenían los receptores de leptina atrofiados, y añadir esta hormona de forma exógena no tenía ningún efecto. Si acaso se complicaba aun más el problema, ya que la exposición crónica a la leptina puede insensibilizar todavía más los receptores.
La leptina no solo regula el peso corporal y la ingesta de alimentos. También es importante para la fertilidad, libido, inmunidad e incluso la pubertad. Se lo podría ver como una especie de medidor de energía. Si no hay suficiente energía en el cuerpo, este desprecia las funciones “extra “que requieren energía: reproducción, deseo sexual, pubertad,inmunidad.Mientras que la presencia de esta hormona indica que hay energía suficiente, que se puede gastar en otras funciones corporales y procesos fisiológicos.
Finalmente, ¿cómo hacemos entonces para mantener niveles adecuados de leptina, suficiente para que no estemos siempre hambrientos, pero sin hacernos resistentes a sus efectos?
1. Vigila tu consumo de azúcares, especialmente fructosa:quedó demostrado en ratas que consumieron una dieta alta en fructosa (60%) y luego fueron inyectadas con leptina, la cual no tuvo efecto mientras que en las ratas normales tuvo el efecto esperado de reducción de apetito.
2. Evita las lectinas presentes en los granos. Se sospecha que estas lectinas se unen a la leptina,impidiendo que tengan el efecto esperado en los receptores .
3. Duerme suficiente: se ha relacionado la falta de sueño con niveles bajos de leptina.
4. Evita las restricciones calóricas severas. Reducciones drásticas de las calorías diarias que ingieres en periodos cortos de tiempo producen una reducción en los niveles de leptinas mayor que la que se puede explicar por la pérdida de grasa corporal. Explicado: si no hay leptina tienes mucha hambre, y si haces una reducción muy drástica de las calorías (pasas de hartarte todos los días a hacer una dieta muy extrema) la leptina baja incluso más de lo que debería.
Resumen: La leptina controla el hambre, si tienes niveles altos de leptina no tienes hambre. Si comes mal, una dieta alejada de la dieta evolutivamente natural y tienes un estilo de vida poco saludable (stress, falta de sueño) el funcionamiento de la leptina se atrofia y aunque tengas leptina sigues teniendo hambre y un tratamiento con leptina no te haría efecto.
¿Hay alimentos que contienen leptina o alimentos que la reducen?
Como el cuerpo humano no puede ingerir la leptina o absorberla por el tracto digestivo, tiene que recurrir a inyectársela o producirla de alguna manera. Esta es la razón para que sea falso que existen alimentos que contengan la leptina, lo que sí se puede encontrar son alimentos que colaboren en la reducción de la sensibilidad de los niveles de esta hormona, para lograr bajar de peso de manera rápida. Estos alimentos que pueden balancear los niveles de leptina que fluyen en el cuerpo, ayudan pues a saciar el apetito, sentirnos llenos, disminuir la fatiga, incrementar el metabolismo y comunicarle a nuestro cerebro que estamos llenos de energía.
Pero la pregunta es por qué reducir los niveles de leptina y no aumentarlos?
Pues la respuesta está en que cuando el cuerpo esta balanceado y en optimo estado, lo que se busca es tener niveles de leptina bajos, para mantener la misma sensación de saciedad y energía. Cuando el cuerpo requiere de un nivel elevado de esta hormona, lo que crea es un desbalance, en muchos casos fatiga y cansancio debido a la falta de leptina en la sangre.
Según los estudios, alimentos que ayudan a balancear los niveles de la hormona Leptina son:
· el aceite de hígado de bacalao
· el salmón
· Nuez
· el aceite de pescado
· el aceite de linaza
· el atún
· la sardina
· frijoles de soya o habas de soja (la de color verde se conoce como adamame en algunos países)
· Tofu (comida asiática a base de soya)
· Camarón
· Coliflor
· Calabaza invernal
· Col de Bruselas (repollo de Bruselas)
· Espinaca
· Alga espirulina
· Semillas de chía
· Aceite de Canola
· semillas de Cáñamo
· Arroz Salvaje (es una hierba con forma de arroz)
Es decir, los alimentos que contienen ácidos grasos omega 3, son los ideales para un proceso rápido de adelgazamiento y con la reducción eficiente de leptina en nuestro cuerpo, que se relaciona con el sobrepeso y la obesidad. Los ácidos grasos omega 3 poseen un sin número de propiedades para la salud y sobre todo ayudan a bajar el colesterol malo del organismo.
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